miércoles, 19 de febrero de 2014

Cuando nadie me ve…

Un verdadero adorador es quien mantiene congruencia entre lo que canta y refleja en tarima, con lo que hace en lo secreto.

Es fácil mostrarse apasionado por Jesús en una actividad donde la gente me ve en el equipo de adoración y las emociones han subido por el ambiente que se ha generado; pero ¿qué pasa cuando estoy solo?...

Quiero mencionar dos factores determinantes que deben ocurrir en la vida de un adorador cuando está lejos de la tarima:

· Tiempo de calidad con Dios:

Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Mateo 6:6a (NVI)

Es el lugar para conversar, abrir tu corazón, encontrar reposo, agradecer por lo que tienes, pedir lo que necesitas; pero también, es el lugar para tener intimidad con Dios y ofrecerle tu más sincera adoración. Allí no lo haces para impresionar a ninguna persona, ¡El es todo tu público! Allí, con las palabras y acciones más dulces, sinceras y apasionadas, postrado en humillación delante de su grandeza, lejos de la tarima, Dios desea que le adores. No hay fórmulas específicas para hacerlo; El solo espera que derrames tu corazón de la forma más sincera.

· Santidad:

Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias.
…porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto. Efesios 5:3-4,12 (NVI)

Solo Dios puede ver lo que haces frente a la computadora, al televisor, o al celular, entre otros, cuando no hay nadie más. También cuando estás a solas con tu novia(o), o con esas amistades que no están preocupándose por apoyar tus valores cristianos. Precisamente allí, lejos de la tarima, Dios desea que le adores con tus acciones. 

Con esto, no quiero que te sientas juzgado, avergonzado o culpable por lo que no has hecho bien… ¡Todo lo contrario! ¡Te quiero asegurar que más mucho grande que tus descuidos y pecados, es la gracia de Dios!

¡Reacciona! ¡¡¡No te des por vencido!!! ¡Dios no lo ha hecho!

El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. Juan 10:10 (NVI)

Su plan no es humillarte, exponerte y acabar con tu ministerio… Su plan es abrazarte, restaurarte y escribir un nuevo capítulo en tu vida. No te resignes a la situación de indisciplina espiritual ni a las prácticas de pecado que no  has logrado vencer. Te prometo que Dios aún quiere restaurarte y lo puede hacer.

¡Es momento de volver a la cruz y dejar que Jesús transforme tu vida una vez más!

Te aconsejo que:

· Busques apoyo en líderes y en amigos de confianza, que te acompañen en la victoria contra esos hábitos secretos que te han estorbado por algún tiempo.

· ¡Hagas lo que sea necesario! Sacar el televisor o a computadora del cuarto, borrar contactos del celular o de las redes sociales, cerrar tus perfiles, e incluso ponerte de acuerdo con personas a quienes acudir cuando no soportes la tentación. Lo que sea necesario, ¡hazlo! ¡¡¡No importa el precio, Jesús lo vale todo!!!

· Llena tu cabeza y corazón de la Biblia, de libros que te hagan crecer espiritualmente, y de música y personas que te ayuden a conectarte con tu creador.

Cuando tu vida secreta se base en tu relación con Dios y en hacer su hermosa voluntad, vas a ser más feliz y realizado que nunca antes. ¡Será inevitable ver reflejada la pasión y el amor que brotará por tu salvador! Y de esta forma, todo lo que ocurra en la tarima, tendrá sentido…

Gilbert C. 

lunes, 22 de agosto de 2011

Una hermosa incomodidad

Hace unos días me dirigía hacia un ensayo con la banda de Kenneth Rojas. Iba en el carro de mi amigo Rich (el baterista). Luego de dejar a su esposa, a punto de dirigirnos hacia el lugar de ensayos, el carro no encendía… Entonces llamamos al bajista (David) para que nos ayudara a encender el carro puenteando las baterías con lagartos. Rápidamente llegó David con su carro e hicimos el intento; y no sirvió…

Para hacer corta la historia, de pronto teníamos ambos carros sin poder arrancar… Jeje!
Luego de más de una hora y muchas complicadas maniobras bajo la lluvia, logramos poner a funcionar ambos automóviles y llegamos al ensayo aproximadamente una hora tarde…

De camino al ensayadero, mojados y con miedo de resfriarnos, sabiendo que perdimos una hora pagada de ensayo; simplemente íbamos contentos y en paz. Podríamos perder tiempo pensando por qué Dios permite que nos ocurran incidentes desagradables en medio de cuando le servimos o nos preparamos para servirle…

Recordé que hace unos días había decidido escribir esto, cuando luego de prepararnos con lo mejor de nosotros para servir en una actividad juvenil; por variables de tiempo que se dieron previo a nuestra participación, las cosas se salieron de las manos de la organización y nada salió como lo esperábamos… Este es simplemente un ejemplo entre muchas experiencias vividas en el ministerio en las cuales todo salió diferente a lo que yo deseaba.

Esfuerzos por encima de nuestro deseo humano, preparación exhaustiva para encontrarnos  con que lo técnico no estuvo tan bien como quisiéramos, regaños, acciones injustas en nuestra contra por parte de líderes o compañeros, pérdidas de tiempo e incluso de dinero, entre otras situaciones molestas, en medio de lo que hacemos por el Señor; nos brindan momentos de incomodidad muchas veces.

…dijo Jesús a sus discípulos:
—Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. Mateo 16:24

Lo anterior, sugiere que seguir a Jesús implica entregar todo y vivir en función de El y no lo contrario.

Simplemente nadie dijo que servir a Dios era una experiencia de lujos y comodidades. Bueno… Al menos, la Biblia no lo dice… Por el contrario, se trata de un amor y servicio incondicional. Aún cuando las cosas no salgan a nuestra manera, El sigue siendo Dios, y siempre es digno de nuestra adoración y de nuestro servicio.

Si estás en algún ministerio y Dios te envía a ti o a tu grupo a alguna misión, y sabes que El te envió, no permitas que ninguna circunstancia limite o cancele lo que Dios te mando a hacer. Ni siquiera lo hagas con menos pasión o excelencia…

Por un lado le agradezco a Dios los frutos del tiempo siendo formado por El. Por ejemplo la paciencia ante situaciones aversivas; así como el mantener la paz y no caer en desesperación cuando viene la frustración y nuestros planes no salen según lo esperado. Por otro lado, disfruto y valoro mucho cada vez que se me complica la vida por causa de mi servicio a Dios.

Piensa esto: si tu carro tuvo problemas, si no llegaste a la reunión, si te mojaste de camino, si no te valoraron como creíste que lo merecías, o en cualquier otra situación molesta como estas; recuerda que son cosas que te podrían pasar en cualquier momento en el trabajo, en tu casa, en tu centro de estudios o en cualquier lugar con cualquier persona… PERO cuán diferente es que te pase sirviendo a Dios. Allí puedes sentir el gozo de superar cualquier adversidad, pues estás haciendo lo correcto, la voluntad del Señor. Precisamente esto pensé cuando iba mojado para el ensayo con mi amigo Rich y le dije que era momento de escribir este artículo. Espero contagiarte de esa pasión por servir y amar al Señor incondicionalmente; ¡y que cada momento adverso en tu vida, se convierta en una fuerte plataforma para adorar a Jesús y servirle con toda tu fuerza!

Recuerda que estás en la tierra para adorar y servir a Dios, y para servir a las personas con el fin de que se entreguen a Dios y le adoren a El. ¡¡¡Simplemente nada se trata de ti!!!

Jesús, aún cuando todo salga al revés y humanamente pudiera perder la motivación de cumplir con tus planes, aún en ese momento, servirte, para mi será una hermosa incomodidad…

¡Te amo Maestro!


Gilbert Carazo

martes, 3 de mayo de 2011

¿Para qué leer la Biblia?... Parte 2

En la primera parte de este artículo me referí en términos generales acerca de la importancia de estudiar la Biblia; con el fin de no ser manipulados y darle una interpretación correcta a la misma.
Decidí en dicho artículo hacer referencia acerca de la denuncia de Lutero en contra de la venta de indulgencias. Esto era una enseñanza que claramente no coincidía con la Biblia. También aclaré que en aquella época la gente creía dichas enseñanzas erróneas porque no tenían otra salida, ya que sólo el liderazgo eclesiástico tenía acceso a las Escrituras.
La venta de indulgencias es un vivo ejemplo de la interpretación equivocada y manipuladora por parte de los líderes de la iglesia. A continuación me referiré acerca de algunas otras…

· Se predica constantemente de éxito personal y cumplimiento de metas que humanamente nos proponemos, como el objetivo del evangelio y el propósito de Dios. Por la cantidad de tiempo que se invierte predicando de esto, se sobreentiende la prioridad que esto significa en la vida cristiana para estos predicadores. Pero el mensaje de Cristo fue otro. Nos llamó a seguirle (NO a seguir nuestros propios deseos y sueños), a morir a nosotros mismos (NO a buscar la vida de éxito según las definiciones superficiales y materialistas del mundo) y a hacer su voluntad (y NO la nuestra).

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16:24

O sea el evangelio se trata de que el mundo se arrepienta y se vuelva a Cristo. Nuestra felicidad está en cumplir la voluntad de Dios (aunque implique sufrimiento y penas como lo fue para Jesús, Pablo, Juan el bautista y todo verdadero siervo de Dios) en nuestra vida. Tomar la cruz, quiere decir un proceso de muerte. Muerte a prácticas, a deseos, a pecados, a sueños que no son la voluntad de Dios y a todo aquello que no se apegue a esta.
Así que no me calza el mensaje de “cristianismo = dinero y vida de comodidad” con el que vivió Cristo y el que practicaron los apóstoles; que decidieron perderlo todo por Jesús, en vez de pretender obtener todo a partir de Jesús.
No digo que esté mal el ser prosperados y obtener bendiciones materiales; pero SI aseguro que ese no es el centro del mensaje de la Biblia.

· Muchos predican de un pacto extra al diezmo y la ofrenda; mediante el cual se pueden obtener milagros, éxito financiero, conversiones de familiares a Cristo, logros académicos, entre otras.
En primer lugar, la Biblia expresa explícitamente y sin rodeos el principio de diezmar y ofrendar, mientras que no establece otra regla evidente acerca de un “pacto económico”. Para concluir que es un acto que se debe efectuar, se necesita rebuscar alguna interpretación poco acertada y bien estirada para poder fundamentar la enseñanza… En segundo lugar, los beneficios de la cruz de Cristo están vigentes para quienes hemos nacido nuevo y somos parte del nuevo pacto sellado con la sangre de Jesús. Dichos beneficios son la salvación, el perdón de pecados, la sanidad de nuestras enfermedades físicas y emocionales, la provisión financiera y el camino hacia el Padre.

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Isaías 53:4-5

Pretender hacer un pacto sobre este; además de ridículo, es desvalorizante con el sacrificio perfecto de Cristo. ¿Cómo podríamos comprar, pagar o pactar por algo que ya El pagó? No podemos pactar sobre un pacto perfecto ya efectuado.
No debemos dar dinero para recibir alguna bendición económica, un trabajo, la conversión de algún familiar, etc., como un pacto con Dios; pues el pacto ya fue hecho y el precio de estas bendiciones sobre nuestra vida, fue la vida misma de Jesús. ¿Acaso alguien aceptaría que se pida una ofrenda para que Dios perdone pecados y reciba a un pecador que se arrepiente y le entrega su vida? Claro que nadie querría aceptar eso. Pero si el pacto de nuestra redención y bendición pagado en la cruz es efectivo; es efectivo para todo, no sólo para algunas cosas. Si no podemos dar algo para recibir la salvación, tampoco lo podríamos dar para los demás beneficios de la cruz. La cruz no es suficiente para el perdón de pecados e insuficiente para la bendición económica o la sanidad divina, de manera que necesite un estimulante como una ofrenda para que surta efecto. La cruz es suficiente para todo, es perfecta. Si permitimos que se nos pida ofrenda para recibir ciertos beneficios de la cruz, deberíamos permitir que se nos pida algo a cambio por todos los beneficios de la cruz, incluyendo el perdón de pecados. Eso es lo único que faltaría en la iglesia de hoy en día… Y temo que ese día se acerque…

La diferencia que tenemos con la iglesia de la Edad Media, es que nosotros sí tenemos acceso a la Palabra; de manera que ignorarla y aceptar falsas doctrinas, es insensatez nuestra.

Aunque hay mucho más para ejemplificar la manipulación Bíblica, y luego lo haré; en este caso dejaré únicamente estos dos casos para meditar.

Mi invitación es a estudiar a fondo la Palabra de Dios pidiendo dirección al Espíritu Santo. También a revisar si hay congruencia entre cada mensaje o predicación que escuchemos con la Biblia. E incluso, a buscar a estudiosos de las Escrituras, a teólogos, a personas objetivas y profesionales en el área para discutir temas como los que mencioné anteriormente.

¡Abramos los ojos! Volvamos al conocimiento de la Palabra de Dios antes que sea muy tarde y seamos destruidos por ignorarla.

Gilbert Carazo

jueves, 28 de abril de 2011

¿Para qué leer la Biblia?... Parte 1

Partiré asegurando que la Biblia es la Palabra de Dios dada a las personas para comprender el propósito de la creación y de nuestra vida. Si no percibe la Biblia como tal, entonces lo siguiente no tendrá sentido para usted…

La palabra de Dios es perfecta. Nos lleva a un comportamiento individual y grupal de valores positivos en función del amor y de la búsqueda del bienestar de los demás. La misma es respetable y comprensible, incluso para aquellos que no se declaren creyentes. O sea que, aunque no compartan el cristianismo, aquellos que vean conductas en los cristianos que reflejen las enseñanzas de la Biblia; estarán de acuerdo que tal doctrina es correcta y positiva.

¡PERO! Pero hoy en día vivimos en una sociedad donde las personas que no se declaran creyentes o fieles a la iglesia, tienen un mal concepto de muchos cristianos o de la iglesia cristiana en general. Si el mensaje bíblico es positivo, y no contiene antivalores ni enseñanzas en contra de la moral o dignidad humana, ¿por qué ocurre esto?...

El mal nombre que tiene la iglesia es por las conductas negativas ejecutadas por los cristianos, a partir de malas interpretaciones y manipulaciones de la Biblia por parte de muchos que la predican. Y además por la ignorancia de un pueblo poco crítico, que recibe como cierto todo lo que se le dice desde una tarima en una iglesia.

…pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. Oseas 4:6 (NVI)

Hace algunos siglos, previo a la reforma de la iglesia mediante el protestantismo, ocurría una situación interesante. El pueblo no tenía acceso a la Biblia, únicamente el clérigo católico lo tenía. Ante dicha situación, el pueblo debía aceptar como verdad absoluta lo que la iglesia dictara como interpretación de la Biblia. Esto llevó a muchos errores. Un ejemplo claro lo expresó Martin Lutero (primer reformador, propulsor del protestantismo), quien entre otras noventa y cuatro denuncias en contra de la iglesia, se opuso a la venta de indulgencias. Esto era un proceso en el cual las personas, mediante el ofrecer montos económicos, eran supuestamente eximidas de las penas que en vida o en el purgatorio debían pagar por causa de sus pecados.

Hoy quienes conocemos que el perdón de pecados y la salvación viene al creer por fe en la obra redentora de Cristo (la cual es gratis para nosotros), sabemos claramente que lo anterior no tiene sentido. Pero si no tuviéramos acceso a la Biblia, ¿cómo lo podríamos debatir?...
Y por esta razón, el pueblo en la edad media, creía y aplicaba dichas enseñanzas incorrectas.

Pero peor aún. Aunque actualmente cualquier persona tiene acceso a la Biblia en nuestro contexto; una gran parte de la población cristiana no demuestra un interés verdadero, ni pone en práctica el estudio profundo de la esta. Y al igual que nuestros antepasados de hace algunos siglos; recibimos como verdad absoluta todo lo que algún predicador dice…

La misma Palabra nos advierte que habrá falsos maestros, pastores y profetas que hablarán mentiras como si fueran palabra de Dios. Por eso existen hoy en día, predicadores mentirosos y manipuladores que le dicen al pueblo cosas que no vienen de Dios, sino de sus mentes para provocar lo que ellos quieren ver, y no la verdadera voluntad de Dios.
En otros casos, por causa del gran aumento de ignorancia en el pueblo cristiano, incluso muchos líderes con buenas intenciones y deseos genuinos de predicar la Palabra, se dejan llevar por la corriente de aquellos que con manipulación malinterpretan las enseñanzas bíblicas según sus intereses; y terminan haciendo y enseñando lo mismo…
Ante un pueblo de líderes y seguidores que creen y siguen enseñanzas falsas y manipuladoras; debemos abrir los ojos, profundizar en la Palabra de Dios y volver nuestros caminos a la voluntad de Dios. De esta manera el pueblo de Dios recuperará su dignidad delante del mundo y cumplirá la voluntad del Padre.

Para que quede todo más claro, en el próximo artículo me referiré a ejemplos específicos de las falsas enseñanzas que por ignorancia recibimos y aceptamos; y nos llevan la vergüenza delante de Dios y de los hombres.


Para comprender y hacer la voluntad de Dios; y para no ser manipulados para hacer la voluntad de los hombres, debemos leer y estudiar la Biblia.

Gilbert Carazo

martes, 12 de abril de 2011

Talento + Humildad

Durante más de una década he tenido el privilegio de servir como integrante y líder en algunos grupos de jóvenes y musicales; especialmente en iglesias cristianas. Esto me ha dejado algunas claves irrefutables para el éxito desde mi modelo a seguir: Jesús.
El talento es un factor necesario para desenvolvernos e incluso destacarnos en algún puesto laboral, ministerial, deportivo, o artístico, entre otros. Este nos abre paso en ciertos ambientes o grupos. Pero no es suficiente el talento para alcanzar el éxito en un ministerio ni en la vida. Si el mismo no se acompaña paralelamente del hermoso valor de la humildad, nos perderemos de gran parte del plan de Dios en nuestra vida.
El trasfondo de lo que pretendo afirmar, se desarrolla en dos vías: Primeramente en función de nuestra relación con Dios, y en segundo lugar, en función de nuestra relación con las personas; tomando estas dos como variables definitorias de nuestro éxito.

· Cuando comprendemos nuestra limitada y deficiente humanidad, comparada con la grandeza y perfección de nuestro Dios; cualquier grado orgullo carnal por nuestro talento y/o ministerio, debe transformarse por completo en una amalgama compuesta únicamente por agradecimiento y pasión por servirle a El. Sólo por la gracia de Dios tenemos habilidades y oportunidades para utilizarlas en su Reino. Su amor incondicional ante nuestros errores, nos lleva a amarle cada día más, sabiendo que no somos dignos de lo que tenemos… Al tener esto claro, ¿de qué podríamos gloriarnos?...

· Cuando entendemos la naturaleza de las personas, nos damos cuenta que no buscan otra figura para alabar; sino alguien que les pueda ayudar. Nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo o ministerio, o incluso recién conocidos; tendrán siempre muchas personas a quienes admiren grandemente. Probablemente sean figuras públicas y/o inalcanzables interpersonalmente para ellos. Si tu talento te convierte en una figura más de admiración para ellos, no añadirás gran valor a sus vidas; pero si te enfocas en ayudarles, enseñarles, motivarles, o al menos en relacionarte con ellos y permitirles acercarse a ti, dejarás una huella de Dios en sus corazones que les impulsará hacia su propósito. No busques ganarte la admiración de las personas, sino su corazón. Puedes impresionar a alguien desde lejos, pero sólo te puedes ganar su corazón estando cerca…

“La gente quiere ser apreciada, no impresionada. Quiere que se les trate como seres humanos y no como cajas de resonancia para el ego de otras personas. Quieren ser tratados como el objeto final, no como un medio de gratificación de la vanidad de otro.” Sydney J. Harris

Es muy común cuando tenemos un bello ministerio o puesto en la iglesia o en el trabajo; sentirnos orgullosos de eso, al punto de creernos indispensables y mayores que los demás. Aunque es humanamente concebible como sentido común, es totalmente erróneo delante del dador y creador de la sabiduría. Jesús expresó claramente que la grandeza es en sí mismo el acto de servir. Servir a Dios y servir a las personas. El Hijo de Dios lavando los pies de sus seguidores, nos ilustra la actitud de una verdadera persona de grandeza. Siendo el más sabio, conocedor, el mejor maestro que pudiera haber, e incluso sabiendo que todos querrían venerarle, antepuso siempre un carácter lleno de humildad y pasión por servir a los demás, antes que gloriarse de sus atributos.  Por eso la gente le siguió… No por su gran poder únicamente; sino por su gran amor por las personas y su pasión por caminar de cerca con ellas añadiéndoles valor. Solo si tienes un corazón humilde, tendrás la capacidad de buscar cómo ayudar a tu prójimo, en vez de desear simplemente su admiración u obtener alguna ganancia de ellos.


La humildad te lleva a agradar a Dios con tu corazón, más allá que con tu talento; y además te lleva a tratar a los demás como lo hizo Jesús. Así lo enseñó Pablo: mirando a los otros como mayores, y enfocándote en sus necesidades, más que en las propias. Y ese es el verdadero ministerio, es mucho más que tomar un instrumento o un micrófono en una tarima y aplicar un conocimiento desarrollado… ¡Se trata de acercarte a Dios y a las personas, dedicarte a ellos y amarles con todo!

Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;  no quieres holocausto.  Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Salmo 51:16-17

El talento te brindará la admiración de muchas personas; pero la humildad con la cual te acerques a ellas y el servicio que les brindes, te entregará sus corazones.

Gilbert C.

martes, 5 de abril de 2011

Géneros musicales y formas de expresión correct@s de adoración

Cuando en Juan 4, la mujer samaritana le preguntó a Jesús que dónde se debe adorar; denota un pensamiento superficial de la adoración. Se interesa por el lugar físico para adorar, según las creencias culturales en su época. Hoy en día estamos también preocupados por cosas superficiales… Discutimos cuáles géneros musicales o instrumentos debemos utilizar, en cuál denominación o iglesia hay mejor adoración, si sé es más espiritual con manos levantadas o de rodillas, o si es menos espiritual estar sentados… Incluso el vocabulario profundo y un poco extraño con un piano de fondo, pareciera sugerir lo más espiritual… Je! Así no son las cosas…

Jesús le responde a la mujer que no hay un lugar físico para la adoración correcta; sino una forma correcta de hacerlo: “en espíritu y en verdad”. Acerca del significado de adorar en espíritu y en verdad se ha enseñado y escrito mucho; y en este caso no abundaré en ello. Simplemente lo sintetizaré en una acción de voluntad propia (no como un ritual religioso aprendido), de adorar y entregar a Dios exaltación reverente y genuina de nuestro corazón; la cual se refleja en nuestro estilo de vida.
Hay una enseñanza intrínseca importante en el mensaje de Jesús. No se trata de la forma externa humana en la cual pretendamos adorar en la iglesia o en la intimidad; sino que se trata de la genuinidad del corazón y la rectitud de nuestros actos lo que hace la adoración que sea verdadera.

Así que, NO existe un tipo musical ni alguna forma corporal correcta de expresar adoración congregacional. Sólo hay corazones correctos que adoran. 

Hace unos días asistí a un congreso de adoración en una iglesia que no es a la cual yo asisto, que pertenece a otra denominación, y que en ciertas cosas se podría ver diferente en cuestiones musicales y de forma a la hora de adorar. A pesar de cualquier pequeña diferencia en la forma; ¡la pasión y el corazón genuino por adorar a Dios, hicieron que yo pudiera adorar con ellos como si estuviera en casa!
Desde esos locos que se paran en los amplificadores y saltan por toda la tarima, hasta la iglesia en la que con su himnario en la mano y un viejo órgano cantan a Dios; siempre y cuando el corazón sea el correcto, ambos están ofreciendo una adoración que llega Dios como un olor fragante para El.  

No seamos necios religiosos, criticando como poco espirituales a aquellos locos por ser tan desinhibidos; ni a aquellos calladitos por parecer poco espirituales y avivados… Enfocarse en esto es algo vano, pues Dios ve el corazón y se enfoca en este. 

Únicamente agrego que en medio de cualquier ministerio musical, aunque lo importante es la actitud del corazón; dicho corazón diligente se debe reflejar en la pasión por hacer las cosas con excelencia a nivel técnico.  

Saludos a mis colegas músicos, ¡sigamos apasionando al mundo por Jesús!

Gilbert C.

miércoles, 30 de marzo de 2011

La verdadera adoración

Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Juan 4:23

La frase de Jesús evidencia que existen adoradores verdaderos y adoradores falsos…

El tema de la adoración es sumamente amplio. Sería muy imposible describir por completo todo lo relacionado a la adoración; pues siempre hay algo más. Así que pretendo simplemente compartir algunos principios que caracterizan a los adoradores verdaderos.

Primero que todo, hay que entender que adoración no es algo que tenemos y le damos, o expresamos; es algo que somos, es nosotros mismos entregados a El…

Naturalmente fuimos creados para adorar. Si no adoramos a Dios, siempre veneramos a algo o a alguien. Se venera a quien se admira; a aquellos que nos asombran. Esto nos lleva a entender que necesitamos la revelación de Dios en nuestra vida para poder adorarle. No podemos adorar a quien no conocemos.
El libro de Hebreos 12:14 dice que no podemos ver a Dios si no vivimos en santidad… O sea, necesitamos llevar una vida de santidad para conocer a Dios y adorarle realmente. Cuanto más le conocemos, es imposible no amarle y adorarle.

Además, la adoración es agradar a Dios con nuestra vida. Romanos 12:1 nos habla que nosotros mismos debemos ser la ofrenda agradable para Dios.
¿Y cómo agradamos a Dios? Además de la vida en santidad, hay algo esencial para agradar a Dios; y esto es la fe. Hebreos 11:6 nos lo afirma claramente. La fe inquebrantable en Dios, en su Palabra y en sus promesas; es una decisión de adoración para Dios. Aunque algunas veces nos cuesta mantener la fe ¿cierto?

¿Cómo puedo desarrollar la fe?
Romanos 10:17 nos enseña que la manera más excelente de desarrollar la fe es alimentándonos con la Palabra de Dios.

Mirando arriba, nos damos cuenta que un adorador verdadero es quien lleva una vida de santidad, de fe y de cercanía con la Palabra de Dios. Esto es con el fin de descubrir a Dios, de conocerle y de agradarle cada día más.

¿Acaso no es esta la vida que debería llevar un verdadero Hijo de Dios?
¡Claro que sí!

La vida de adoración es lo que Dios planeó para todo cristiano. 
Aunque erróneamente se ha centralizado durante mucho tiempo la adoración en la música y los músicos; la realidad es que la adoración trasciende mucho más allá de la música (aunque la música es una excelente herramienta de adoración), y se refiere a un estilo de vida.
La adoración es un estilo de vida en el cual Dios es la prioridad de nuestro tiempo, de nuestras decisiones, y es el dueño de nuestra vida entera.
No sólo los músicos y ministros; sino todos los cristianos, hemos sido creados y llamados para ser adoradores con nuestro estilo de vida.

Gilbert C.